viernes, 8 de abril de 2011


TESTIMONIO DE RITA Y DAVID FERNÁNDEZ
San Rafael Mendoza, Argentina


“Omnilife me hizo dar cuenta que lo que yo quería era ayudar a la gente a abrir los ojos y ver que puede llegar a donde quiera”. David

“Ahora me doy cuenta de que Omnilife me ha cambiado, soy más optimista, más alegre. Eso me emociona mucho”. Rita

David: Soy de la ciudad de Mendoza, tengo 47 años. Estudié para técnico agrario químico y fui un buen alumno en el colegio, pero siempre me atrajo más el comercio. Tenía varias empresas pero en una de las crisis de Argentina perdí todo de la noche a la mañana. 

Rita: Soy de Mendoza y tengo 26 años. Mi mamá tuvo mala salud y murió cuando yo tenía siete años. No pude seguir una carrera porque no tenía el apoyo de nadie. Fui ayudante de cocina, secretaria en consultorios médicos, vendedora de ropa. Trabajaba en lo que fuera porque quería salir adelante.

LA VIDA TE DA SORPRESAS

David: Un día encontré un aviso en el periódico que publicó un Distribuidor Mercantil Independiente muy importante en Argentina, convocando a una oportunidad de negocio. Él ya había estado siete veces en Mendoza, sin mucho éxito.

El evento era en un auditorio con unas 200 personas. Empezó a hablar de gente que había bajado de peso, que había tenido resultados con padecimientos muy graves, cosas que yo no creí, porque era una persona súper incrédula, sobre todo después de todo lo que me había pasado. Me fui antes de que terminara la reunión, sabiendo que al otro día habría una capacitación. Salí pensando, ni loco vuelvo, éste viene a sacarnos dinero. Pero en el trayecto entre el auditorio y mi casa se hizo un clic dentro de mí, algo que me dijo que volviera. Como nunca creí lo espiritual, pensé, bueno, ya me estaré volviendo loco, porque escuchar voces en mi cabeza está medio raro.

A la mañana siguiente seguía con esa inquietud de volver, y fui. Había solamente 12 personas. Él nos dio a probar distintos productos, algunos no me gustaron. La gente se fue yendo en el transcurso del evento y al final sólo quedarnos dos. Me preguntó qué había decidido. Le dije la verdad, que la plata para comprar el kit no la tenía. Entonces hizo algo que me marcó mucho. Me dio la mano y me dijo, yo lo que pido es que usted confíe en mi, porque aquí en Omnilife realmente va a tener éxito.

Tardé una semana en decidirme. Fui a Buenos Aires a reunirme con él, y ese día había una junta con Jorge Vergara. Allí, una señora mayor pasó a contar cómo los productos la habían ayudado a superar una artrosis. Me resultó muy impresionante. Al final del evento fui a hablar con ella. Le pregunté si era verdad lo de los productos, me dijo que sí. Yo considero que las personas mayores no mienten, de modo que fui y compré mi kit, lo firmé y se lo entregué a la chica del staff. Así comencé en Omnilife

ENTUSIASMO Y CONSTANCIA

David: Tenía experiencia en ventas y era bueno para eso. Quería utilizar ése mismo principio para hacer Omnilife, pero las cosas no marcharon como yo quería. Poco a poco me fui dando cuenta de que uno siempre busca la fórmula mágica, la receta secreta, pero no hay como hablar con la gente, compartir testimonios, hacerles ver que cuando uno les ofrece Omnilife les ofrece la posibilidad de cambiar su vida. 

Por consejo de un amigo empecé a hacer juntas caseras. A las señoras que se interesaban en lo que les ofrecía les pedía que hicieran en su casa una reunión con sus vecinas y amigas. Me reunía con ellas, les convidaba Biocros (Magnus), Thermoqen Coffee, les hablaba de los productos, les compartía mis testimonios.

Siempre fui una persona muy tímida, mala para hablar con la gente. Con la práctica y con la ayuda de las escuelas me fui quitando ese miedo; ahora lo hago mejor. De esas reuniones siempre agendaba otras dos o tres, así pude desplazar más productos. Después comencé a trasladarme a otras ciudades, siguiendo el mismo esquema.

Rita: Al principio yo no participaba en absolutamente nada; David hacía lo suyo y yo lo mío, íbamos en veredas separadas. Fui involucrándome poco a poco, ayudando a David en las cosas que le costaban trabajo, como mandar correos electrónicos y hacer cosas por Internet, reservar hoteles y salones, planear las giras.

En Bolivia le ayudé desde el principio. Me di cuenta de lo emocionante que era llegar a ofrecerle un cambio de vida a gente que no tenía casi nada. Recuerdo mucho a Florinda, una Distribuidora de allá, que de no tener nada pasó a tener su restaurante vegetariano y su auto. Nosotros le hicimos ver que ahí había una oportunidad y ella la tomó.

Rita: Hace poco platicaba con David de lo mucho que han cambiado las cosas en estos años. Cuando nos conocimos estaba como perdida, sin sueños ni metas. Ahora tenemos cosas de las cuales estamos contentos y orgullosos; juntos hemos logrado mucho.

Veo muchos cambios en mí. Antes era una persona más bien seria y triste. Estaba desnutrida de alimento, amor y dinero. Ahora veo mis fotos más recientes y en todas estoy sonriendo. Ahí me doy cuenta de que Omnilife me ha cambiado, soy más optimista, más alegre. Eso me emociona mucho.

Uno de mis sueños de toda la vida fue viajar, subirme a aviones, conocer lugares lejanos. Ahora lo hago con frecuencia. Cuando nos conocimos no teníamos dónde vivir. Desde hace siete u ocho meses estamos viviendo en nuestra propia casa, una casa muy bonita, con un jardín enorme, hecha con nuestras ganancias independientes de Omnilife.  

Claro que nos ha costado trabajo, pero lo hemos hecho con gusto, porque ayudar a la gente es algo que nos da mucha alegría y satisfacción.  

-¿por qué tantas enfermedades hoy en día?-  

Porque sea cual sea el producto y por supuesto, los medicamentos, dañan el metabolismo del organismo debido al las altas dosis de químicos que contienen

NÚTRASE BIEN, LLÉNESE DE VITALIDAD, DE ENERGÍA PARA QUE ALCANCE SUS SUEÑOS
  
Fuente: Revista OM No 14 de mayo de 2006

No hay comentarios:

Publicar un comentario